Poca gente conoce la gastronomía belga, pues haberla hayla. Además
del chocolate, gofres o los típicos mejillones con patatas fritas, en el menú
de los “gourmands” destacan platos como el waterzooi
(sopa-estofado de pescado o pollo y verduras), la carbonnade flamande (carne de ternera estofada con cerveza tostada
belga), el stoemp saussice (puré de patatas mezclado con verduras y
salchichas), lapin à la kriek (conejo en salsa de cerveza de frambuesa) o le jambonneau à la moutarde (codillo de cerdo a la mostaza).
La Fin de Siecle, es una de las mejores opciones para degustar estos platos. El local es de ambiente informal, techos altos, sillas y mesas cada una de su padre y de su madre y sobre todo, un servicio rápido e hispanohablante, comida y bebida abundante, y precios... de los nuestros.
El restaurante sólo sirve cenas a partir de las 6 de la tarde, por lo que se recomienda hacer un almuerzo ligero e ir pronto o te arriesgas a sufrir una digestión pesada.
Dicho queda, después de un paseo
por la ciudad de las dos mil cervezas, en la céntrica zona de Saint Géry, aquí os dejamos el plan
perfecto para terminar el día: Stoemp saussice et une Westmalle tripel.